Como realizamos los cuencos y gongs Ecos de la Luna

Como realizamos los cuencos y gongs Ecos de la Luna

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A la hora de crear estos instrumentos, CUENCOS Y GONGS, lo primero que les quiero contar es que el conocimiento teórico de metalografía es tan importante como saber manipular los metales, pero es aún más importante la escucha e intuición a la hora de forjar.

Esto implica prestar mucha atención a el estado en que se encuentran todos los niveles de mi ser y también a lo que sucede alrededor mío, ya que este trabajo me pone cara a cara con los elementos y estos se comportan todos los días de forma diferente.

El metal y sus cambios en la realización de cuencos y gongs

Creemos que el metal es un material duro y poco flexible, pero en realidad, aunque no lo veamos está compuesto por cristales que sufren transformaciones mediante cambios de presión y temperatura.

El material que utilizamos es una aleación de cobre y zinc (como la que se usa en la mayoría de los cuencos martillados). Esta la mandamos a fundir especialmente para hacer nuestros cuencos. Y tienen la proporción justa de ambos elementos para obtener instrumentos de alta calidad sonora.

Esta aleación fue creada aproximadamente en el 1400 a.c. y presenta un comportamiento excelente frente a la deformación, una gran maleabilidad en frio y en caliente.

Algo muy importante, tal vez más que la aleación y su proporción, es como transformamos el metal. La versatilidad de este material nos da muchas variables y el resultado final depende mucho de la mano quien lo forje.

Los elementos transformando el metal

En el taller de Ecos de la Luna realizamos Cuencos, Gongs y Campanas Bilas utilizando los mismos procedimientos de forja, templado y recocido que hace miles de años.

Nuestro trabajo es completamente hecho a mano, lo que nos pone en un lugar donde la presencia, la escucha y la paciencia son fundamentales. Hay que tener en cuenta los cambios que sufren los cristales del metal, las diferentes temperaturas y presiones a las que se exponen; esto es determinante para el resultado que buscamos.

El oído y el espíritu trabajando juntos

Soy músico desde adolescente, pero el desafío más grande que tuve con los instrumentos que realizo fue la afinación. Tuve que entrenar el oído y mente, para poder separar y distinguir diferentes frecuencias y poder darle la relación matemática que corresponde. También creo que la escucha es importante (espiritualmente hablando) y a la hora de terminar un cuenco todo mi ser debe sentir que ya está listo.

Una cuestión de energía

Me cuesta mucho poner en palabras que sucede a la hora de forjar un cuenco, no siento que esté gastando mi energía, pero si experimento un intercambio muy rápido y una fluidez increíble, para la cual tengo que estar preparado y consiente. Trato de estar descansado y en mi eje a la hora de trabajar. Increíblemente mi estado se refleja mucho en el resultado final, especialmente en la sonoridad del instrumento. Supongo que es una disciplina donde los dos hemisferios del cerebro trabajan al unísono.

En Ecos de la Luna sentimos un gran respeto por estas herramientas ancestrales y por nuestros clientes. A la hora de forjar tenemos muy presente el uso que se le dará al instrumento y esto nos lleva a comprometernos con cada uno de ellos. Como hemos dicho en otras ocasiones es una enorme pero agradable responsabilidad, y la aceptamos con amor, respeto y disciplina.

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